Coincidiendo con el noventa aniversario de esta etapa marcada de manera especial en la historia de nuestro Colegio San José de Villafranca, desde la Asociación de Antiguos Alumnos nos propusimos realizar una visita a las instalaciones que acogieron la actividad educativa del colegio jesuita de Villafranca durante la etapa en el exilio. Y conseguirlo ha sido el resultado del tesón, la ilusión y la paciencia de dos compañeros que encabezan la delegación de antiguos alumnos en Badajoz, y que han sido los principales artífices de esta vivencia.

Agradecemos a Elena Gómez y a Gregorio Moreno su trabajo al frente de este proyecto cuyo resultado ha sido una gratísima experiencia para los que pudieron disfrutarla. En nombre de ellos, Elena Gómez relata en las siguientes líneas los principales momentos de la jornada:

«El día amaneció según lo esperado, pero ni el viento ni la lluvia pudieron con la ilusión, ganas y emoción de un grupo nutrido (superamos los 70) de antiguos alumnos, que noventa años después regresábamos a las aulas, patios y dormitorios del que fue Colegio San José de Villafranca durante su exilio en Estremoz.

De forma escalonada fuimos llegando desde diversos lugares: Badajoz, Villafranca de los Barros, Almendralejo, Sevilla, Madrid, Villagarcía, Cáceres …, unos en minibús otros en coches particulares e incluso no faltó el motero que, desde tierras madrileñas, no dudo en acudir pese a la climatología adversa. Todos estábamos deseando visitar lo que fue nuestro Colegio. Impacientes nos reunimos frente al Rossio de Marqués de Pombal cuando empezó a llover, de manera que nos dispusimos a cobijarnos bajo la entrada del Regimento de Cavalaira 3, actual propietario de la casa Palacio Reynolds que albergó al Colegio San José desde febrero de 1932 hasta agosto de 1936.

Allí nos encontramos con los representantes del ejército luso que nos acompañarían en la visita a las instalaciones. Debido al número elevado de asistentes nos dividimos en dos grupos, mientras unos visitaban la casa, otros visitaron el museo del ejército, para posteriormente intercambiar los destinos.

         

La visita al antiguo Colegio fue emocionante, después de noventa años pisábamos el mismo patio que albergó a su alrededor las aulas de nuestros antiguos compañeros. Todos nos quedamos sorprendidos al encontrar en aquellas dependencias algo de la esencia arquitectónica de nuestro Colegio: azulejos, escaleras, maderas que revestían techos…, no faltaron las fotografías, las anécdotas y la emoción contenida. En esta experiencia nos acompañaron varios descendientes de D. Roberto Reynolds, dueño de la casa cedida al colegio San José; alguno de ellos visitaba la casa de sus abuelos por primera vez.

Una vez realizada la visita, pasamos al Salón Capitular, donde se agradeció al ejército portugués su colaboración extraordinaria e indispensable porque nos brindó la posibilidad de realizar este encuentro. Posteriormente se proyectó un audiovisual con fotografías de la época, recopiladas por nuestro compañero Javier Hergueta y montaje realizado por nuestra compañera Laura Díez, en las que se mostraba la vida colegial de aquella etapa. También tuvimos el placer de escuchar a D. José María Díaz La Orden, a.a. y profesor durante 40 años del Colegio, que de forma entrañable nos relató las diversas vicisitudes que los Jesuitas tuvieron que afrontar en aquellos duros momentos, antes de abandonar nuestro querido Colegio. Sus palabras dieron paso a las de Dª. Teresa Terrón Reynolds, nieta de Roberto Reynolds y profesora de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura, que nos adentró en los rasgos arquitectónicas de la casa con gran cariño, llegando incluso a proyectar fotos familiares. Finalmente, nuestro compañero Juan Manuel Higuera nos leyó de forma más que emotiva el diario del Padre Múzquiz de los días previos a dejar el Colegio de Villafranca y partir a tierras portuguesas, detallando apasionadamente aquel duro trance.

Una vez finalizado el acto con el canto de himno del Colegio, pudimos disfrutar de un rato de convivencia en torno a una comida que nos hizo volver a nuestros años colegiales, dispuestos con bandejas y autoservicio por el personal del catering del Regimento de Cavalaira 3 que nos ofreció productos de la tierra, convirtiendo la experiencia en algo inolvidable.

Día sin duda para el recuerdo en el que la esencia de los AA.AA. quedó plasmada para siempre en “aquellos tutelares muros…”.

Visita Estremoz. AA AA Colegio San José. 2-2-2024»