Hoy nos acercamos al Programa de refuerzo, estímulo y motivación del Aprendizaje, REMA, que trabaja para que los alumnos se mantengan dentro del sistema educativo, desde el refuerzo en materias como Matemáticas y Lengua. Desde el programa se preocupan de motivarlos porque además de llenarles esas lagunas, les muestran que no les servirán si no lo acompañan con su esfuerzo diario para superar las materias. Y es que, sobre todo, se centran en ofrecerles herramientas que les sirvan para un crecimiento personal en su proceso de aprendizaje de manera más trasversal.
Juan Carlos Rangel es uno de los dos profesores del programa en nuestro Colegio y se muestra satisfecho con su experiencia en este curso donde desarrolla su tarea desde enero, trabajando con los chicos de ESO. Confiesa que le “sorprendió gratamente el Colegio, tanto en tamaño como la acogida y la disponibilidad del personal, me siento como en mi casa”. Cada día de trabajo en el REMA ayudan a los alumnos “a mejorar sus competencias lingüísticas y de Matemáticas que al final les va a servir para todo, para más asignaturas”, explica. En este quinto mes de trabajo destaca que “la evolución está siendo positiva, aunque insiste en la continuidad de los residentes por su mayor implicación debido al horario de estudios, y sin embargo, externos y mediopensionistas han bajado un poco la asistencia; los que se han comprometido y no faltan son los que están aprovechando el programa con un rendimiento bastante bueno, al final del curso notarán la mejoría, tanto en lo personal por la atención como en las competencias adquiridas, con una buena base para próximos cursos”.
Juan Carlos Rangel valora de manera muy positiva la experiencia en el REMA, aunque siguiendo el lema ignaciano también colabora con otras tareas que le propicia su estancia en el Colegio.
Por su parte, en Primaria y algo también en ESO está Mª Carmen Valiente que en esa misma línea trabaja el refuerzo con alumnos desde tercer curso de la etapa de Primaria. Su experiencia personal se basa en “la sensación de familia, de acogimiento y calor tras la llegada al centro, me sentía como si hubiese estado toda la vida aquí”.
Su labor diaria se centra en el trabajo por grupos, “trabajamos cada día sus tareas y herramientas para conseguir el estudio y refuerzo más efectivo; luego con los residentes me centro en motivarlos mucho y ofrecerles confianza para trabajar las fichas del programa”. La experiencia está siendo positiva para ella, “es positivo para ellos porque veo que han avanzado y para mí porque el trabajo que me había propuesto se está cumpliendo, me gusta innovar y seguramente si repito REMA incluiría técnicas nuevas, seguro; me ha dado un aprendizaje para mejorar”. Insiste, en su balance de este programa, en su satisfacción personal, “me encanta mi trabajo y sobre todo con los chicos que tienen esas pequeñas dificultades en el aprendizaje, me siento valorada y realizada, cada día venir es cumplir un sueño”, explica. Lo más importante será que “los chavales digan por sí mismos que ha merecido la pena”, concluye.
Gabinete de comunicación.
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