Miles de antiguos alumnos que han pasado por el Colegio San José de Villafranca de los Barros han mostrado a lo largo de los años su profundo agradecimiento por la formación recibida en este centro jesuita. En estos días que despedimos a la comunidad que vive actualmente en el Colegio ante la progresiva falta de vocaciones y disminución de los activos, ese sentimiento florece y cobra fuerza entre nosotros.

El pasado fin de semana se celebraba en el Capilla de nuestro Colegio una Eucaristía para despedirlos antes de su marcha y en ella estuvieron representados los antiguos alumnos a través de varios miembros de la directiva de la Asociación AA y otros tantos que forman parte del equipo de trabajadores actual del Colegio e incluso algunos ya jubilados.

Estuvo presidida por el Arzobispo de Mérida-Badajoz y contó con la presencia de sacerdotes diocesanos y numerosos jesuitas, entre los que estaba el Provincial de la Compañía, P. Antonio España SJ. En sus palabras reconocía que “no basta con haber movilizado a personas en educación (el Colegio y las Escuelitas), el internado (ahora residencia), deportes, observatorio, teatro, Ejercicios, misiones populares, revista Collegium, eucaristías, acompañamientos, becas para alumnos, iniciativas sociales (Escuela Nocturna Círculo Católico, Caja de Ahorros) … La ida de los jesuitas nos puede ayudar a buscar aquello que está más allá: la presencia de Dios en el servicio, en la búsqueda y en el camino. Los protagonistas no somos los que nos vamos sino la vida que queda presente y que, simplemente, quiso acompañar y aprender de la misma vida de fe que surgía”.

Y se refirió a todos nosotros, “los que hoy os encontráis aquí en esta despedida representáis a todos los antiguos alumnos que viven diseminados por mil puntos del mapa y particularmente a cuantos habitáis esta privilegiada ciudad de Villafranca, que habéis sido alumnos del Colegio San José o que sin haberlo sido, habéis recibido dedicación espiritual, amistad y  ayuda en muchos aspectos de la vida, por parte de jesuitas a los que recordáis, unos que viven aún, otros que nos dejaron y gozan de la vida definitiva junto a Dios. Con todos ellos quiero dar las gracias y, al mismo tiempo, recordaros lo que se nos ha dado y que hemos tratado de mantener e impulsar. Lo bueno del tiempo es que es creación de Dios. Y como es creación de Dios, el tiempo abre posibilidades nuevas a citas futuras. Aquí y ahora, gracias con la pena de la despedida sabiendo que Dios trazará caminos nuevos hacia el futuro”.

Con ese mensaje de esperanza acogemos llenos de agradecimiento los nuevos tiempos que se abren ante nosotros, con mayor presencia y compromiso de seglares imbuidos del espíritu ignaciano que sabrán conservar el legado que nos dejan tantos jesuitas que han forjado la historia de este Colegio.

(Enlace para ver de nuevo la retransmisión de la Eucaristía a través de los medios de comunicación municipales de Villafranca de los Barros AQUÍ)

Gabinete de Comunicación.