Ayer se desarrolló una interesante sesión de la Escuela de Padres, la segunda del curso actual, que contó con una amplia participación de padres y madres en esta actividad que patrocina la AMPA del Colegio.

Bajo el paraguas de la reflexión acerca de «¿Qué padres somos? y ¿Qué padres queremos ser?», el coordinador de la Escuela de Padres, Chema Álvarez, planteaba a los asistentes la cuestión: ¿qué podemos aportar como familia a la tarea de educar? Con el apoyo de la exposición presentada en la primera sesión acerca de «la realidad social en la que nos encontramos: volátil, incierta, compleja y ambigua», recordaba.

El objetivo que planteaba fue poner de relieve un modelo educativo que tuviese presente el interés principal de contribuir a la formación de los hijos, lo que «definirá el qué de la educación (lo que buscaremos transmitir): ¿contenidos o valores?, ¿dándoles el pescado o enseñándoles a pescar?;  y el cómo lo hacemos (los métodos, herramientas y recursos que utilizaremos): ¿haciendo siempre lo que consideramos correcto o disfrutando de cada momento?, ¿el deber o el placer?», recuerda Chema Álvarez.

Los asistentes pudieron ubicarse en el modelo de padres en el que se encuadraban (autoritarios, democráticos o empáticos, permisivos o colegas, negligentes o indiferentes, sobreprotectores, “helicóptero”, “apisonadoras” o “guardaespaldas”), para después, en grupos, reflexionar sobre la realidad y el deseo. Finalmente se detuvieron en elaborar unos murales con algunas conclusiones del trabajo realizado entre todos y expresando cuestiones en torno al tipo de padres que nos gustaría ser. Se tomaron como referencias propósitos como el grado de control sobre los hijos, la comunicación padres-hijos, la exigencia a los hijos, el afecto a los hijos o la transmisión de valores.

Gabinete de Comunicación.