Hace unos días seguíamos con expectación el reto de una antigua alumna del Colegio, la villafranquesa Fátima Díaz Rosa (Pr. 99) que cruzó el Estrecho de Gibraltar a nado, convirtiéndose en la primera mujer extremeña en hacerlo. Hemos querido acercarnos un poco más a esta aventura a través de su protagonista y os dejamos esta entrevista que nos refresca en medio del verano y las vacaciones para muchos de nosotros.

– ¿Cuándo nace tu afición por la natación?  

Mis inicios se retoman a mi infancia en Villafranca de los Barros (Badajoz), allá por el año 84, a los 4 años comencé con cursos de natación, teniendo mi primera competición poco después en el Polideportivo de Villafranca de los Barros. Posteriormente, dejé la natación y retomé a los 30 años volviendo a cursos de natación en Badajoz. Seguidamente formé parte del Club Aguas Abiertas de Extremadura y sin interrupción, me ofrecieron entrar en el Club Natación Badajoz Master a los 34 años. Hasta la actualidad, que entreno y compito todo el año a nivel territorial e incluso nacional desde hace 4 años atrás.

– ¿Cómo lo compatibilizas con tu trabajo?   

Intentas combinar entrenos con viajes de trabajo, familia, amigos… simplemente es sacrificio y dedicación. No es tarea fácil, los días tienen un límite. Pero lo hago porque me gusta.

– ¿Por qué te planteas este reto concreto?    

Me apasionan las aguas abiertas, quise ponerme metas e ir mejorando, ese era mi objetivo. Comencé a nadar llegando a 10km en pantano y mar. La mejora de rendimiento y mi pasión me llevaron a los 16km. El deporte te lleva al reto. No soy nadadora de élite, tampoco profesional pero siempre pensé que podía afrontar un ilusionante y difícil reto como éste.

  – ¿Cómo te has preparado para él?   

Ha sido complejo, llevo meses entrenando. Supuestamente, ya llevas una base de entrenos todo el año compitiendo, pero lo que te da un plus de calidad son las tiradas largas en pantano o mar.

– ¿Cuáles fueron tus principales apoyos?   Mis principales apoyos: la motivación de mi familia, compañeros y amigos es muy reconfortante. Todo suma. Quiero destacar también mis apoyos de patrocinio: Junta de Extremadura y Laboratorio Eurofins Megalab. Gran ayuda recibida en estos retos tan costosos.

– ¿Qué fue lo más duro durante el proceso de preparación?     

La dureza de los entrenos diarios en solitario, el cansancio acumulado, la dificultad de entrenar en piscina de 25 largas distancias, el esfuerzo, súmale una alimentación muy controlada, pero tu cuerpo se adapta.

– ¿Cuándo supiste que había llegado el momento de ponerse manos a la obra? 

Estuve en lista de espera dos años, se me hizo eterno. Pero cuando nos avisaron ya sabía que el tiempo estaba contado, empezaba la cuenta atrás. No tenía miedo. Quería lanzarme al agua y comenzar a bracear sin parar.

– ¿Hay tiempo para pensar entre brazadas o toda tu mente está enfocada en el reto?

Hay mucho tiempo para pensar en los 16km, pero nunca despisté mi técnica de nado, quería ser eficiente y avanzar. Aunque las aguas frías y las olas me impedían llevar una brazada cómoda.

 – ¿Temiste no lograrlo? 

En este tipo de reto o desafío la cabeza juega un papel bastante importante, puedo decir, que el cuerpo hace lo que la mente dice, es de interés la fortaleza mental en el deporte: la autoestima, confianza, perseverancia, emociones, pensamientos… Todo depende de uno mismo.

– ¿Cuál fue tu primer pensamiento al comprobar que habías conseguido superar la prueba? 

Pensé que este era el comienzo de muchos retos- desafíos que me quedan por afrontar.

– ¿Con qué palabras te quedas después de todo esto? 

Me quedo con las palabras: ilusión, sueño cumplido y compañerismo.

– Y ¿ahora qué?     

Ahora el 5 de octubre tengo plaza para la travesía a nado «el río», desde la Isla de Lanzarote a la Graciosa. Es una travesía de pocos metros (2.600m) pero con su dificultad por las corrientes. Con gran participación y expectación.

 

Te deseamos mucha suerte y que disfrutes de tus nuevas experiencias.

Muchas gracias Fátima.

Gabinete de Comunicación.