Hace unos días conocimos la publicación del cuento infantil «Albertina y su huertina», por parte de una compañera, antigua alumna de la Pr. 94, y hemos querido conocer de primera mano algunas cuestiones sobre este proyecto de Cristina Manzano Gamero, que forma parte del claustro de la Escuela Virgen de Guadalupe, centro jesuita en la ciudad de Badajoz. El libro sale a la venta hoy mismo y podemos adquirirlo en librerías.

¿Cómo nace este proyecto? «Cuando pienso en lo que escribo, caigo en la cuenta de que lo escribo porque me lo pide el cuerpo, una necesidad. En el caso de “Albertina y su huertina”, sucedió lo mismo. En pleno confinamiento, marzo 2020, no podíamos ir a nuestra pequeña huerta a cuidarla, ni a asentarnos a respirar aire del campo, por eso, creo que sentí la necesidad de plasmar mi añoranza, mis deseos de huerto con mis hijos… Me apasiona el campo y nos lo quitaron, lo eché de menos y Albertina me lo trajo a casa.

¿A quién va dirigido? «No sabría decir, a grandes y pequeños. A cada uno le llega según su momento, su edad, sus gustos y sus recuerdos de niñez. El gusto por contemplar la relación entre un abuelo y su nieta, no pasa de moda. Todos hemos tenido abuelos y todos hemos sido niños.

¿Cuál es el contenido de este cuento? «Es una trama sencilla. Albertina suele acompañar a su abuelo, siempre que puede, a la huerta. Cuenta la relación entre ambos en este escenario de naturaleza; además de que Albertina va describiendo cómo es la huerta de su abuelo y todo lo que enseña para la vida y que no está en los libros».

¿Con qué pretensiones llega esta obra? «Es curioso que la única pretensión sea que llegue, a cuanta más gente mejor, el caer en la cuenta de lo que realmente sostiene la vida que disfrutamos. Vivimos sin darnos cuenta de lo esencial y Albertina se detiene. Eso creo que pretende, que nos podamos detener con lo sencillo. Nada más. Yo sigo escribiendo porque me lo pide el cuerpo, el ánimo y la necesidad de contar lo que bulle adentro.

 

¿Cómo fue el proceso hasta que tus páginas llegaron convertidas en libro a tus manos? «Es un proceso lento porque entran en juego muchas tareas necesarias que llevan a cabo distintos departamentos de la editorial. El proceso comenzó en abril de 2021 con el correo que me decía que la editorial estaba interesada en publicar mi cuento. Objetivamente, la maquinaria se ponía en marcha con la firma de un contrato, las revisiones ortotipográficas, la búsqueda y contacto con posibles ilustradores, el proceso posterior de preparar las ilustraciones, maquetación y producción.
Emocionalmente es otro proceso que no entraña todas estas tareas; al contrario, la única que pide es gustar, gustar internamente. No sé si volverá a suceder esto, por eso, he ido disfrutando con cada correo, llamada y paso que se iba cubriendo, que me hacía estar cada vez más cerca del cuento terminado. Ahora que está en casa, de vez en cuando lo abro, lo releo y compruebo que mi nombre sigue ahí.

Gracias Cristina, por compartir este rato con tantos compañeros a través de esta web y por plasmar esa necesidad de pararnos a disfrutar de lo pequeño cada día.

Gabinete de Comunicación.