El pasado fin de semana pudimos asistir a un acto institucional muy emotivo para muchos antiguos alumnos del Colegio San José de Villafranca de los Barros, el nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad para el que fuese profesor de música de muchas generaciones de alumnos, D. Juan de la Peña. Diez años después de su muerte, el Ayuntamiento de la ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida y donde formó una familia también muy ligada al Colegio y a la música, como no podía ser de otra manera, le ha reconocido con este título que su viuda recogió muy emocionada.

Con ayuda de su familia recordamos algunos de los hitos más destacados de D. Juan de la Peña:

«Juan de la Peña García-Tizón (Chinchón, Madrid, 10.08.1929 – Villafranca de los Barros, 8.08.2010). Vivió en Villafranca de los Barros durante cincuenta y tres años con una dedicación plena y activa a la música durante toda su vida. En febrero de 1957 recibe propuesta para ocupar una plaza de Profesor de Música y Organista en el Colegio San José de Villafranca de los Barros. El 23 de septiembre de 1957 llega por primera vez al Colegio, tenía 28 años.

Desde entonces su actividad en torno a la música se engloba en cuatro grandes focos que contribuyen al desarrollo musical de Villafranca:

  • su labor docente como profesor en el Colegio San José desde 1957.
  • la creación por Juan de la Peña de la Agrupación Lírica en 1958.
  • su desempeño del cargo de Director de la Banda Municipal de Música desde 1964.
  • Su impulso y apuesta por la creación de la Escuela Municipal de Música en 1984.

En nuestro Colegio San José, D. Juan de la Peña impartió clases tanto de Solfeo y Piano como de Historia de la Música, además de impulsar y dirigir coros, rondallas con bandurrias, laúdes y guitarras. Asimismo, en el salón de actos del Colegio San José realizó espectáculos musicales, como las zarzuelas Los sobrinos del Capitán Grant, La alegría de la huerta y La marcha de Cádiz, o adaptaciones de Los Gavilanes, La rosa del azafrán, El puñao de rosas o Gigantes y cabezudos. Otros montajes incluyeron música clásica, pasacalles, pasodobles, folklore del mundo, villancicos, música popular y música pop. Todo ello lo presentó en diversos formatos, con orquestas de músicos profesionales o con los mismos alumnos. Éstos integraban coros, rondallas y también grupos instrumentales compuestos por batería, guitarras eléctricas y bajo eléctrico.

De este modo, año tras año, generación tras generación, Juan de la Peña contribuyó a la educación musical de tantísimos alumnos, que no solo pertenecían al colegio jesuita sino también a los otros dos colegios a los que luego se incorporó, como fueron el de las Hermanas Carmelitas y el de las Hermanas de la Cruz.

En cualquiera de las múltiples facetas que conforman su vida profesional, Juan de la Peña se distinguió, desde el principio hasta el final, por su amor a la Música, algo que fue para él su manera de vivir. Siempre estuvo abierto a cualquier iniciativa musical y dispuesto de esta manera a ayudar a los demás en cualquier ámbito, tanto civil como religioso, y tanto a título individual como colectivo. Todo ello muestra, por un lado, su dominio en una gama amplia de registros desde el punto de vista musical y, por otro, su capacidad para llegar a tanta gente tan diversa.

Cuando vino a Villafranca en 1957 Juan de la Peña se propuso dar todo lo mejor de sí mismo y tuvo la ilusión de encontrar aquí su hogar. Así lo hizo y así fue. Su energía, su entusiasmo, su esfuerzo y su generosidad siempre tuvieron un objetivo: dignificar el sentido profesional del músico. Y siempre con la enorme satisfacción de haber hecho todo lo que hizo sin escatimar ni tiempo ni talento, solo pensando en el bien de los demás a través de la Música. Por todo ello, Juan de la Peña es un referente musical importante en Villafranca de los Barros».

Tras recoger el nombramiento, fue su hija Mª Pilar de la Peña Gómez, Pr. 79, la que dirigió unas palabras recordando la figura de su padre, que podemos escuchar en este enlace AQUÍ.

Gabinete de Comunicación.