Uno de los pilares destacados de la formación integral que se ofrece desde el Colegio San José es la formación cristiana. En este ámbito, desde la Pastoral del Colegio se ofrece a los alumnos propuestas para vivir y sentir la presencia de Dios más allá de las aulas. Hoy traemos a nuestra web, las vivencias de los chicos que han participado en la Pascua de la zona Sur, durante la pasada Semana Santa. Las palabras del alumno Ignacio Toro Tinoco, de 2º de Bachillerato, son ejemplo de lo que el resto del grupo ha experimentado:

«Un grupo de jóvenes de Bachillerato del Colegio decidieron vivir de forma diferente sus vacaciones de Semana Santa porque, primero, le dieron la oportunidad y, segundo, no tuvieron miedo de intentarlo. Esta gente podían predecir la experiencia, con muchas o pocas expectativas, pero nunca podrían saber todo lo bueno que se llevarían de ella. Nada más llegar a Úbeda ya les daba la sensación de no saber qué hacían allí rodeados de tanta gente que no conocían, porque sí, había mucha gente, gente de otros colegios jesuitas del sur de España que venían con las mismas ganas que ellos de vivir algo allí que valiera la pena. A medida que transcurría la experiencia se iban dando cuenta de que aquello, no sabían cómo, no era una pérdida de tiempo, puesto que iban sintiendo cosas que les hacía al menos cuestionarse el sentido y la importancia de sus vidas como personas, que no es poco. A esto ayudaban las dinámicas que les proponían cada día, las relaciones que se creaban sobre todo en los grupos Magis+ en los que compartían y discutían lo que iban sintiendo y experimentando cada uno como si se tratara de una pequeña familia, la calidad humana de los jóvenes y monitores que les acompañaban, las celebraciones eucarísticas que se producían y sin duda, un elemento muy olvidado y desechado en nuestra sociedad actual, el silencio. No conocían todo lo que el silencio les podía dar y ofrecer, porque es en él donde aflora lo mejor del ser humano, donde somos capaces de sentir y degustar nuestra vida de una manera plena, donde incluso, se puede encontrar a Dios. Todo esto enfocado siempre desde lo que sufrió y vivió Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección, que dicho así en una frasecita no parece gran cosa, pero cuando se encuentran ahí, enfrente de Él, junto a tantas personas como ellos que viven lo mismo se dan cuenta de lo maravilloso que es tener Fe, y que sí merecía la pena venir, venir para salir de nosotros mismos y entregarnos a los demás, porque “Nadie tiene Amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Pero esto no se puede explicar, solo se puede vivir, lo único que hace falta es confiar y ser valiente».

Gabinete de Comunicación.