Si conocer la noticia de la decisión tomada por nuestro antiguo alumno, Alejandro Toro Tinoco (Pr. 2015), de entrar en el noviciado jesuita causó una gran emoción en la comunidad educativa del Colegio; ver cómo ha celebrado sus primeros votos en Loyola, hace solo unos días, ha renovado esa sensación de agradecimiento a Dios por su vocación.

No pudimos estar allí con él para vivirlo en persona, pero nuestro Colegio estuvo muy bien representado con el P. Antonio Cruz Sj y la directora de Bachillerato, Fernanda Gragera, a quienes se unió su familia y también el anterior director y superior jesuita en Villafranca, el P. Rafael Mateos Sj, entre otros. Todos vivieron al lado de Alejandro este momento tan importante en su vida. Desde el Colegio queríamos acercarnos a esa ceremonia y su experiencia; el P. Antonio Cruz Sj y Fernanda Gragera, nos lo traen con estas líneas que han titulado «Un viaje al centro de la esperanza»:

«La esperanza, ese sentimiento que envuelve al corazón y lo llena de ternura, es símbolo de nuestro viaje a Loyola. Ternura de Dios encarnada en la vocación de cuatro jóvenes, llenos de deseos, que se comprometen como religiosos de la Compañía de Jesús para ayudar en la construcción del Reino.

Nuestro provincial, Antonio España, decía en la celebración que, Lucas, Alejandro, Alex y Luis, con sus votos plantean sus vidas con una forma distinta a lo establecido, prometiendo vivir con ilusión, con riesgo, en un ambiente contracultural y al servicio de los demás.

Ilusión porque uno descubre que hay una presencia que da luminosidad al mundo y a las cosas.

Riesgo porque vivir como Jesús, o tratar de vivir como él, entraña riesgos.

Contracultural porque, ahora mismo, sentirse llamado a la vida consagrada o al sacerdocio no recibe el respaldo social de antes.

Servicio porque la experiencia de ilusión, de riesgo y de contraculturalidad tiene una dirección que es el servicio: un «servicio a la fe y a la promoción de la justicia que la misma fe exige», un «servicio de reconciliación hacia Dios, hacia la humanidad rota y dolorida y hacia la creación».

Así lo entiende Alejandro Toro, Alex, como le llaman cariñosamente sus compañeros de noviciado, que con este gesto sencillo muestra su compromiso a su hermano Ignacio simbolizado en la Cruz de votos que recibía, unos minutos antes, de las manos del Padre Maestro.

Alex también nos regaló su agradecimiento al Colegio con unas palabras cariñosas que hacían memoria de su paso entre nosotros.  Su llamada como jesuita la sintió en la experiencia del “Camino de Santiago”, lugar privilegiado para el encuentro con Jesús.

Este testimonio nos servirá para comunicar este año a nuestros alumnos el sentido profundo de nuestro lema: “Es para ti”.

Imágenes: Compañía de Jesús