Regresa la actividad de la Red Solidaria de Jóvenes de nuestro Colegio con incorporaciones de alumnos en este curso. El responsable de la Dimensión Social en el centro es el profesor, Ismael Valdivia, quien nos cuenta que «el pasado 6 de noviembre, el grupo de jóvenes de la Red Solidaria de Jóvenes, Entreculturas, del Colegio, alumnos de 4º de ESO y Bachillerato, vivimos un encuentro de convivencia y formación, guiado por Raquel Llanos, técnico de Entreculturas. Fue un rato muy ameno y clarificador, para animarnos a implicarnos con todas las realidades que necesitan una ayuda y un apoyo, desde la perspectiva de Entreculturas. Agradecidos por su presencia, los 6 profesores que estamos implicados y el gran grupo de jóvenes, seguimos colaborando en nuestro Colegio».

Una experiencia que vivió de manera especial la alumna Lola Castillo, de 4º ESO y así nos lo contaba. “Lo recuerdo como uno de esos días llenos de pequeños detalles que hacen que uno se sienta de otra manera, especiales. Pequeños detalles como cambiar la dinámica de la hora de la comida y en lugar de comer cada uno en su casa o en el comedor, pues comimos profesores y alumnos juntos, en comunidad. Puede parecer insignificante, pero, a mí, me parece otro pequeño acto de comunidad que nos ofrece el Colegio San José para demostrarnos que somos una familia, que en comunidad se vive mejor y lo importante no es qué se coma ni en donde, sino con quien.

Somos un grupo de jóvenes que formamos parte de Entreculturas y estamos completamente ilusionados por organizar proyectos, desarrollar nuevas ideas y, sobre todo, ayudar. Ayudar tanto al compañero que está al lado en clase, como al que está a muchos kilómetros de nosotros. Para explicarnos estas ideas y motivarnos, después de comer, una chica encantadora de Entreculturas nos dio una pequeña charla sobre el proyecto y su finalidad.

La organización se centra en defender el derecho de todos a una educación de calidad, también trabajan otros temas como la justicia o el medio ambiente. Nos invitaba a “ponernos unas gafas”, para que nos diésemos cuenta de la realidad en el mundo. Además, vimos dos mapas, diferentes en cuanto al tamaño de los países y nos decía que el tamaño era diferente en función de la pobreza de los países y de la ayuda que necesitaban. Nos hablaba del reparto desigual y nos anima a contribuir a que estas personas que vivían en la pobreza, pudieran tener acceso a derechos básicos, como la educación.

Pero el ejemplo que me impactó fue cuando colocó una bola del mundo en un pasillo que separaba a nuestro grupo en dos mitades. Desde cada sitio, el mundo se veía desde distintas perfectivas y cada uno veía una zona diferente. Y eso es lo que nos pasa, vemos a los demás diferentes por ser de otro color o por no vivir en casas como las nuestras, que para nosotros son ”comunes”. Sin embargo, todos somos iguales y pertenecemos a un mismo mundo. La pregunta que nos hacían era: ¿Te importa el mundo?

En mi opinión, esta pregunta es el comienzo de todo. A quien no le importe el mundo, pensará en sí mismo y no mirará por los demás, no ayudará ni contribuirá a hacer un mundo mejor. Sin embargo, a quien sí le importe de verdad, ayudará, sin cambiarlo de manera radical en un día, pues no es posible. Irá cada día aportando un granito de arena para mejorarlo y con estos pequeños actos sumados a los de muchas otras personas, con el mismo fin, conseguirán sus objetivos. Somos jóvenes y tenemos esta decisión en nuestras manos: mirar el mundo o cambiarlo.

El pequeño grupo de alumnos del Colegio San José en Entreculturas nos hemos hecho esta pregunta y hemos decidido entrar en esta Red Solidaria para poner nuestro pequeño grano de arena. Espero que a final de curso hayamos construido una montaña, llena de experiencias increíbles e inolvidables, y, sobre todo, que demos el 100% de nosotros para cumplir nuestro único objetivo: AYUDAR.

Pertenecer o no a esta ONG jesuita es voluntario, a nadie se le obliga. Nosotros queremos aportar nuestra pequeña porción de ayuda sobre el mundo. Y tú, ¿quieres ayudar?”